El gobernador Javier Corral se sumó a la iniciativa de los pobladores del Municipio de Guerrero, sustentada por el investigador Víctor Orozco, doctorado en historia, para que el Estado de Chihuahua recupere el status de “Cuna de la Revolución Mexicana” y en particular, el poblado de Pascual Orozco (antes San Isidro).
“Hay que invitar a todos los diputados, que sería lo ideal, para que haya un acto cívico en Guerrero, en San Isidro, lo que hoy es el pueblo de Pascual Orozco”, indicó el gobernador durante su reunión con el historiador y representantes del municipio de Guerrero quienes le presentaron al Mandatario dicha propuesta.
El gobernador aseguró, que para el día 14 de este mes, realizará una visita a los pobladores de Cuchillo Parado, y posteriormente, el día 19 de noviembre, un día antes del aniversario de la Revolución Mexicana, dará inicio a los trabajos de investigación y debate público y abierto sobre el origen de la Revolución, a fin de hacer precisiones históricas que fortalezcan dicha propuesta.
Por su parte, Víctor Orozco al presentar la propuesta, explicó que Chihuahua siempre fue reconocido como cuna de la Revolución, porque se tomaba como criterio el lugar donde se inició y continuó el movimiento armado.
Según el historiador, cuando el H. Congreso del Estado decretó que Cuchillo Parado era cuna de la Revolución, automáticamente estableció las bases para que Chihuahua perdiera ese carácter, ya que en realidad, los habitantes abandonaron el pueblo cuando estaban preparándose para tomar las armas y ahí no hubo un levantamiento; al igual que ocurrió en otros estados del país como Puebla, Sinaloa, Yucatán y San Luis Potosí.
“Algo muy distinto a lo que ocurrió en San Isidro (hoy Pascual Orozco) porque ahí sí hubo un alzamiento armado y lo importante, es que tuvo continuidad. Es el único de toda la República que no fue sofocado ni fue aplastado durante la noche del 19 de noviembre de 1910. Después del alzamiento de San Isidro, se empezaron a juntar diferentes contingentes de todos los pueblos del municipio de Guerrero, tomando a sangre y fuego, con pérdida de vidas, la cabecera municipal”, explicó del doctor Orozco.
Con esta iniciativa de debate no se está desdeñando, compitiendo o restándole méritos a Cuchillo Parado, simplemente es que ahí no ocurrió nada, ya que al estar a punto de alzarse en armas, los moradores huyeron porque los iban a tomar presos.
En su petición, la comisión guerrerense expuso que la razón principal de privar a San Isidro de este atributo, se debe tan solo a un capricho político, sin ningún respaldo histórico. Menciona que al llamado del Plan de San Luis para levantarse en armas, el 14 de noviembre, Toribio Ortega y sus seguidores abandonaron Cuchillo Parado bajo la amenaza de ser aprehendidos. No se disparó un solo tiro.
En su texto, los pobladores de Guerrero hacen referencia a los frustrados intentos de alzamiento en armas del 4 de junio de 1910 en Yucatán y Sinaloa, así como el 16 de septiembre en Tlaxcala y el 18 de noviembre en Puebla por parte de los hermanos Serdán.
En cambio, el 19 de noviembre, Albino Frías y Pascual Orozco se insurreccionan en San Isidro, municipio de Guerrero del Estado de Chihuahua, “Quienes atacaron la casa de Joaquín Chávez, rico terrateniente y comerciante de la región. A este núcleo se le unieron muy pronto varios otros, provenientes de los pueblos cercanos: Rancho de Santiago, Pedernales, Santo Tomás, Namiquipa, Bachíniva, Basúchil, Matachi, Temósachi, Pachera y de Ciudad Guerrero ,quienes pusieron sitio a la cabecera municipal”.
Los datos recabados por el historiador Víctor Orozco, señalan que en Guerrero, el 6 de diciembre de 1910, se celebró una junta revolucionaria en la que participó Pancho Villa. En esa asamblea se nombró jefe de armas a Pascual Orozco Vázquez, quien firmó el manifiesto del movimiento armado nacional, pactándolo con el lema maderista de “Sufragio Efectivo. No reelección”.
Estos son hechos rigurosos de la historia que le valieron a Chihuahua, hasta hace poco, el reconocimiento general de ser la “Cuna de la Revolución Mexicana”, señala el investigador.
El tema a dilucidar, es ubicar el punto de partida de la insurrección, que obligó a renunciar a Porfirio Díaz, y recabar la información histórica disponible de fuentes primarias y de casi toda la literatura especializada, que muestra que fue en los pueblos del Municipio de Guerrero, Chihuahua, en donde se inició y tuvo continuidad la lucha revolucionaria.
Conocedor del tema, ya que incluso lo puso a debate ante el H. Congreso de la Unión en su calidad de senador, el gobernador señala en su texto “Chihuahua: Cuna y Chispa de la Revolución Mexicana”: “Soy un convencido de que Chihuahua es el lugar donde se inició y continuó, hasta la decisiva batalla de Ciudad Juárez, el movimiento armado de 1910. Desde niño escuché que nuestro estado tenía ese carácter en la historiografía oficial, que lo certificó así durante décadas, reconocido por presidentes de la República en sus discursos y visitas a la entidad”.