Miércoles 02 Enero 2019
La Secretaría de Salud exhorta a la población en general, a evitar consumir “productos milagro”, ya que algunos de ellos, lejos de auxiliar, pueden representar graves riesgos para la salud.
Este tipo de productos utiliza estrategias publicitarias engañosas que exageran las cualidades terapéuticas, preventivas o curativas, para tratar desde cuestiones estéticas, incrementar la potencia sexual, rejuvenecer, mejorar la memoria, bajar de peso o tratar la caída del cabello, hasta la solución de enfermedades como cáncer, diabetes y SIDA, entre otras, sin que exista de por medio un estudio clínico avalado por autoridades competentes.
Los “productos milagro”, pueden ofertarse o publicitarse incluso como medicamentos de múltiples beneficios o acciones terapéuticas. El etiquetado, en la mayoría de los casos, no ofrece información fidedigna o suficiente para el consumidor.
Comunmente entre los propósitos de año nuevo, se incrementa la búsqueda de remedios para eliminar el sobrepeso de manera fácil, rápida y sencilla, lo que lleva al consumo de “productos milagro”, que hacen creer al usuario que podrán reducir talla y quemar grasa corporal sin el menor esfuerzo.
Muchos de estos productos se pueden adquirir en cualquier centro comercial, sin necesidad de una receta médica, o bien a través de Internet, lo que vuelve la situación más riesgosa, debido a la escasa regulación y vigilancia sobre el comercio online, y más allá del gasto inútil y la poca o nula efectividad que pudieran tener, se encuentran los efectos secundarios nocivos para la salud del consumidor.
Estos productos no solamente no ayudan a adelgazar, sino que además pueden ocasionar un problema mayor que el del sobrepeso, o tener efectos secundarios que van desde leves hasta graves, como diarreas, arritmia, inflamación, intoxicación, etc.
La Secretaría de Salud señala que el remedio o tratamiento para que una persona recupere la salud, se determina en base a cada paciente, y debe ser prescrito de forma específica y personalizada, de acuerdo a datos básicos como la edad, antecedentes familiares, clínicos y a la constitución corporal.
Debido a lo anterior, la dependencia estatal, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), lleva a cabo el control y la vigilancia sanitaria de “productos milagro”, mediante vistas de verificación, en la cuales por lo general se aseguran y retienen este tipo de productos. Estos pueden venderse o publicitarse incluso como medicamentos y ofreciendo múltiples beneficios o acciones terapéuticas, asimismo su etiquetado en la mayoría de los casos no ofrece información fidedigna o suficiente para el consumidor.
Asimismo, se realiza monitoreo de la publicidad irregular de dichos productos, la cual se realiza en coadyuvancia con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya que una vez detectada la publicidad, se envía toda la información, para que dicha Comisión emita un dictamen sobre el particular.
Con estas acciones, la Secretaría de Salud muestra su compromiso de mantener una población informada y saludable.
Este tipo de productos utiliza estrategias publicitarias engañosas que exageran las cualidades terapéuticas, preventivas o curativas, para tratar desde cuestiones estéticas, incrementar la potencia sexual, rejuvenecer, mejorar la memoria, bajar de peso o tratar la caída del cabello, hasta la solución de enfermedades como cáncer, diabetes y SIDA, entre otras, sin que exista de por medio un estudio clínico avalado por autoridades competentes.
Los “productos milagro”, pueden ofertarse o publicitarse incluso como medicamentos de múltiples beneficios o acciones terapéuticas. El etiquetado, en la mayoría de los casos, no ofrece información fidedigna o suficiente para el consumidor.
Comunmente entre los propósitos de año nuevo, se incrementa la búsqueda de remedios para eliminar el sobrepeso de manera fácil, rápida y sencilla, lo que lleva al consumo de “productos milagro”, que hacen creer al usuario que podrán reducir talla y quemar grasa corporal sin el menor esfuerzo.
Muchos de estos productos se pueden adquirir en cualquier centro comercial, sin necesidad de una receta médica, o bien a través de Internet, lo que vuelve la situación más riesgosa, debido a la escasa regulación y vigilancia sobre el comercio online, y más allá del gasto inútil y la poca o nula efectividad que pudieran tener, se encuentran los efectos secundarios nocivos para la salud del consumidor.
Estos productos no solamente no ayudan a adelgazar, sino que además pueden ocasionar un problema mayor que el del sobrepeso, o tener efectos secundarios que van desde leves hasta graves, como diarreas, arritmia, inflamación, intoxicación, etc.
La Secretaría de Salud señala que el remedio o tratamiento para que una persona recupere la salud, se determina en base a cada paciente, y debe ser prescrito de forma específica y personalizada, de acuerdo a datos básicos como la edad, antecedentes familiares, clínicos y a la constitución corporal.
Debido a lo anterior, la dependencia estatal, a través de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), lleva a cabo el control y la vigilancia sanitaria de “productos milagro”, mediante vistas de verificación, en la cuales por lo general se aseguran y retienen este tipo de productos. Estos pueden venderse o publicitarse incluso como medicamentos y ofreciendo múltiples beneficios o acciones terapéuticas, asimismo su etiquetado en la mayoría de los casos no ofrece información fidedigna o suficiente para el consumidor.
Asimismo, se realiza monitoreo de la publicidad irregular de dichos productos, la cual se realiza en coadyuvancia con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya que una vez detectada la publicidad, se envía toda la información, para que dicha Comisión emita un dictamen sobre el particular.
Con estas acciones, la Secretaría de Salud muestra su compromiso de mantener una población informada y saludable.