
Definido como una coordinación interinstitucional eficiente que vela por premisas para las y los productores del sector silvícola de Chihuahua
Viernes 01 Diciembre 2017
El Consejo Estatal Forestal de Chihuahua celebra sus primeros veinte años como un órgano plural, de carácter consultivo y de asesoramiento en materia de planeación, supervisión y evaluación de la política forestal, aprovechamiento, conservación y restauración de los recursos forestales del Estado.
Al respecto, el secretario de Desarrollo Rural, Rubén Chávez Villagrán, destacó que el Pleno del Consejo está constituido por dueños y poseedores de los recursos forestales organizados en 14 asociaciones de productores forestales, la academia, el sector de investigación, organizaciones de la Sociedad civil, prestadores de servicios técnicos, representantes de la industria de la transformación y las tres instancias de gobierno.
“Reconozco ante ustedes esos avances que se están manejando un ejemplo de esto es el software que duraron tres años para desarrollarlo; también estuvimos viendo un desarrollo integral en una propiedad de alrededor de 270 hectáreas, donde están manejando la explotación de la madera, mejoramiento genético muy importante, y el cuidado de árboles de navidad que han venido realizando”, acotó el funcionario estatal.
Durante una reunión del Pleno, celebrada en la Secretaría de Desarrollo Rural, realizó una remembranza del Consejo: inició oficialmente operaciones en 1996, pero fue hasta noviembre de 1997 cuando inició sesiones mensuales de manera ininterrumpida hasta la fecha.
El año 1998 en un Acuerdo de buena voluntad entre las dependencias federales, Gobierno del Estado, industriales y productores forestales, se determinó la necesidad de promover nuevamente la documentación forestal para sustituir el uso del martillo que estaba ocasionando la deforestación de los bosques.
También, en Acuerdo de buena voluntad, en 1998, el Consejo acordó la constitución del Fideicomiso Chihuahua Forestal, único nivel nacional y de donde se tomó, años después, la base para constituir el Fondo Forestal Mexicano. El Fideicomiso comenzó con capital semilla del Gobierno del Estado y posteriormente con las aportaciones del sector industrial y productivo.
Los recursos del Fideicomiso permitieron la construcción de una red de torres de vigilancia, constitución de brigadas y equipamiento para el combate de los incendios forestales y rehabilitación de los caminos a través de proyectos regionales, entre otros.
El año 1999, otro Acuerdo de buena voluntad entre los integrantes del sector permitió iniciar operaciones de las casetas de inspección forestal del Gobierno del Estado, que funcionaban solo para aspectos ganaderos, obligando a los transportistas de madera a demostrar la legal procedencia de la materia prima.
El Consejo alcanzó en Acuerdo de buena voluntad, que la autoridad normativa (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, SEMARNAT,) autorizara que la documentación se imprimiera en Gobierno del Estado, en la Dirección Forestal, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Rural, para lo cual rediseñó su programa nacional de expedición de documentación.
Otro acuerdo trascendente fue permitir que se constituyeran nuevamente las Asociaciones de Productores Forestales como Unidades de Manejo Forestal (UMAFORES).
Posteriormente, el Pleno del Consejo acordó y obligó a dar marcha atrás a la propuesta de Reserva de la Biosfera que quería implementar la Dirección de Áreas Naturales sin respetar los derechos humanos fundamentales de los dueños y poseedores del recurso bosque, que dejaría sin oportunidad de ingresos aproximadamente a 50 mil personas.
Recientemente y a fin de fortalecer la producción y la productividad del Estado, la Comisión Interinstitucional del Consejo, integrada por el Consejo Nacional Forestal (CONAFOR), la SEMARNAT, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Dirección de Desarrollo Forestal de la Secretaría, en coordinación con la Unión de Regiones de Productores Forestales, en Acuerdo de buena voluntad, iniciaron un proceso para solicitar un formato adicional a la solicitud de documentación forestal reconocido por la normatividad de SEMARNAT.
Chávez Villagrán destacó que son pocos los órganos con tanta permanencia funcional, ya que la problemática se presenta al Consejo y se toman los acuerdos de solución necesarios.
Al respecto, el secretario de Desarrollo Rural, Rubén Chávez Villagrán, destacó que el Pleno del Consejo está constituido por dueños y poseedores de los recursos forestales organizados en 14 asociaciones de productores forestales, la academia, el sector de investigación, organizaciones de la Sociedad civil, prestadores de servicios técnicos, representantes de la industria de la transformación y las tres instancias de gobierno.
“Reconozco ante ustedes esos avances que se están manejando un ejemplo de esto es el software que duraron tres años para desarrollarlo; también estuvimos viendo un desarrollo integral en una propiedad de alrededor de 270 hectáreas, donde están manejando la explotación de la madera, mejoramiento genético muy importante, y el cuidado de árboles de navidad que han venido realizando”, acotó el funcionario estatal.
Durante una reunión del Pleno, celebrada en la Secretaría de Desarrollo Rural, realizó una remembranza del Consejo: inició oficialmente operaciones en 1996, pero fue hasta noviembre de 1997 cuando inició sesiones mensuales de manera ininterrumpida hasta la fecha.
El año 1998 en un Acuerdo de buena voluntad entre las dependencias federales, Gobierno del Estado, industriales y productores forestales, se determinó la necesidad de promover nuevamente la documentación forestal para sustituir el uso del martillo que estaba ocasionando la deforestación de los bosques.
También, en Acuerdo de buena voluntad, en 1998, el Consejo acordó la constitución del Fideicomiso Chihuahua Forestal, único nivel nacional y de donde se tomó, años después, la base para constituir el Fondo Forestal Mexicano. El Fideicomiso comenzó con capital semilla del Gobierno del Estado y posteriormente con las aportaciones del sector industrial y productivo.
Los recursos del Fideicomiso permitieron la construcción de una red de torres de vigilancia, constitución de brigadas y equipamiento para el combate de los incendios forestales y rehabilitación de los caminos a través de proyectos regionales, entre otros.
El año 1999, otro Acuerdo de buena voluntad entre los integrantes del sector permitió iniciar operaciones de las casetas de inspección forestal del Gobierno del Estado, que funcionaban solo para aspectos ganaderos, obligando a los transportistas de madera a demostrar la legal procedencia de la materia prima.
El Consejo alcanzó en Acuerdo de buena voluntad, que la autoridad normativa (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, SEMARNAT,) autorizara que la documentación se imprimiera en Gobierno del Estado, en la Dirección Forestal, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Rural, para lo cual rediseñó su programa nacional de expedición de documentación.
Otro acuerdo trascendente fue permitir que se constituyeran nuevamente las Asociaciones de Productores Forestales como Unidades de Manejo Forestal (UMAFORES).
Posteriormente, el Pleno del Consejo acordó y obligó a dar marcha atrás a la propuesta de Reserva de la Biosfera que quería implementar la Dirección de Áreas Naturales sin respetar los derechos humanos fundamentales de los dueños y poseedores del recurso bosque, que dejaría sin oportunidad de ingresos aproximadamente a 50 mil personas.
Recientemente y a fin de fortalecer la producción y la productividad del Estado, la Comisión Interinstitucional del Consejo, integrada por el Consejo Nacional Forestal (CONAFOR), la SEMARNAT, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Dirección de Desarrollo Forestal de la Secretaría, en coordinación con la Unión de Regiones de Productores Forestales, en Acuerdo de buena voluntad, iniciaron un proceso para solicitar un formato adicional a la solicitud de documentación forestal reconocido por la normatividad de SEMARNAT.
Chávez Villagrán destacó que son pocos los órganos con tanta permanencia funcional, ya que la problemática se presenta al Consejo y se toman los acuerdos de solución necesarios.