Conducir en estado de ebriedad incrementa el riesgo de sufrir un accidente mortal
Entre el 40 y 60 por ciento de estos percances se relacionan con el consumo de alcohol; derivan en delito penal, discapacidad e incluso en la muerte
Beber deteriora funciones esenciales para una conducción segura, afecta visión, reflejos, capacidad de discernimiento, e induce a comportamientos de riesgo e incumplimiento de normas de seguridad