Este día se conmemora el XXII aniversario del decreto del 7 de noviembre de 1994, que declaró al área del Cañón de Santa Elena como zona protegida y reserva de flora y fauna.
El Cañón de Santa Elena, se ubica al noroeste del estado y limita al norte con el Río Bravo y al este con el estado de Coahuila. El 80% por ciento del territorio de esta reserva se ubica en los municipios de Manuel Benavides y de Ojinaga.
Abarca una franja de 30 kilómetros de ancho por 100 kilómetros de largo, en un sentido de este a oeste. EL terreno presenta una variación importante en cuanto a la altura sobre el nivel del mar, pues va desde los 700 metros hasta los 2 mil cuatrocientos metros, en la parte más alta de sus cañones.
El Cañón de Santa Elena, es un lugar especial que debemos conservar, pues la naturaleza nos ofrece admirables muestras de su diversidad y es muy importante para la preservación de las especies que ahí se encuentran, según lo estableció en sus recomendaciones de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, a cargo de su titular Cecilia Olivia Olague Caballero.
En esa área, podemos encontrar distintos tipos de vegetación como el matorral desértico micrófilo e inerme; pastizales, bosques de encino y encino-pino, vegetación riparia con diversidad de especies de flora y fauna silvestres, como son las cactáceas roca viva y pitaya en la Sierra Rica, que presentan condiciones micro climáticas diferentes y por ende características ecológicas únicas.
También en el área existen asociaciones de matorrales de guamis, hojasén, mariola, cenizo y guayacán, mezclado a veces con elementos espinosos como el mezquite, gatuños y huizaches.
Aquí habitan especies de fauna como el gavilán palomero, el gavilán pajarero, el halcón de la pradera, el castor y el búho enano, entre otras.