La Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) a través del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), emite una advertencia a la población para evitar el mal uso del número 9-1-1, pues las llamadas de broma además de representar una falta que puede ser sancionada económicamente, pueden ocasionar la pérdida de vidas humanas en situaciones que requieren la atención inmediata del personal operador de la línea de emergencia.
La directora del C4, Sugey Aguilar, enfatizó que la línea 9-1-1 es exclusivamente para atender llamadas de emergencia y el mal uso de ella representa una falta a los reglamentos municipales.
“Es a través de los modelos del sistema de justicia cívica que en el municipio de Chihuahua tiene reglamentado, en el artículo 35, como una infracción sancionada con una multa el hacer mal uso de la línea de emergencia”, explicó.
Por su parte, el jefe del departamento de control de emergencias, Óscar De los Ríos Bencomo, catalogó como una verdadera problemática la recepción de llamadas de broma, pues impiden dar atención a situaciones o denuncias reales que tengan los ciudadanos.
“De un promedio diario de 3 mil 900 llamadas, corresponden a llamadas improcedentes alrededor de 2 mil 500 diarias, lo que nos quita la posibilidad de atender emergencias reales”, enfatizó el jefe de Control de Emergencias.
Además de representar una pérdida de tiempo para los operadores telefónicos, las llamadas de broma también significan gastos innecesarios para la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y las demás corporaciones, ya que se movilizan unidades y personas para atender la situación que, finalmente resulta no ser real.
El Comisionado Estatal de Seguridad, Simeón Esparza Peynado, indicó que toda llamada de broma que se recibe al 9-1-1 y se canaliza a la policía, hace que se muevan unidades y elementos de su sector de atención para subsanar la presunta emergencia, que finalmente resulta falsa y representó una movilización en vano.
El jefe del Departamento de Control de Emergencias, Óscar De los Ríos, detalló que el procedimiento al momento de la recepción de una llamada es, primero, identificar la ubicación del enlace telefónico, después se debe conocer el tipo de incidente del que se trata y finalmente se reporta a la corporación que corresponde la atención del reporte.
Hizo un llamado a los padres de familia para que supervisen a sus hijos y evitar que hagan llamadas de broma porque, al mes, entre 3 mil 800 y 4 mil llamadas son de menores de edad haciendo bromas al número de emergencia 9-1-1.
Otro de los motivos de las llamadas improcedentes es las que se realizan con el afán de agredir a los operadores, “todo ese tipo de llamadas, lo que hacen, es quitarnos la oportunidad de atender una llamada de emergencia real”, dijo.
Señaló que una llamada de broma pone en riesgo la vida de muchos ciudadanos, pues el tiempo que se utiliza para atender una emergencia falsa, es crucial al momento de que se suscita una emergencia real para una persona que tuvo un accidente, o que necesita atención médica inmediata.
Todas las llamadas que se reciben en el 9-1-1 son grabadas y es a través de este sistema especializado que se obtiene la información del número telefónico del cual se está recibiendo la llamada, así como la ubicación de donde se encuentra quien se contacta al número de emergencia.
“Contamos con una base de datos y grabación de todas las llamadas que se reciben a diario, se identifica el número del cual se está realizando la llamada y tenemos identificados varios números que son los que normalmente realizan este tipo de llamadas”, advirtió De los Ríos Bencomo.
El jefe del Departamento de Control de Emergencias lanzó una invitación a las instituciones de educación de nivel básico, medio superior y profesional para que visiten las instalaciones ubicadas dentro del Complejo Estatal de Seguridad y conozcan el servicio que se da en el 9-1-1 para, así, generar conciencia del buen uso del número de emergencia.
Ángel De León, operador, comentó: “Tengo 3 meses laborando como operador del número de emergencia 9-1-1 y me han tocado ya muchas llamadas de broma en este poco tiempo, también hay llamadas obscenas en las que se comunican con nosotros para hacernos bromas y no les hacemos caso, se molestan y nos insultan, esto genera para nosotros, a parte del estrés del trabajo, una carga adicional para nosotros, es una carga más y nos hacen más difícil nuestro trabajo como operadores.”
Yoseline Estephania Pacheco Tarango, también operadora, dijo: “Cuando recién entré me pasó una experiencia, llamó un menor de edad diciendo que su familia estaba intoxicada, que necesitaba apoyo, que estaba sola con sus hermanos”.
Se hizo una movilización porque comentó que sus tíos estaban armados y en estado de ebriedad, agresivos y resultó ser falsa, no estaban los papás de los menores y estaban jugando con la línea de emergencia.
Justo después de esa llamada, entró otra sobre un paro cardiorrespiratorio y como la línea estaba saturada seguía en espera de ser atendida, pero por a la llamada de broma se perdió una vida lamentablemente, agregó. .